Historia.

No hace falta ahondar demasiado en su personalidad como para rescatar la impresión de que un avaro y repugnante. Es un luchador, un idealista y a su vez conservador. Siempre se mantuvo firme a sus ideales y no le falta maña para lograr sus objetivos. Es una persona sin escrúpulos, y conforme los años pasaron se volvió un frío entusiasta. Quizás su rasgo más chocante es su cínica sonrisa con la cual atiende ciertos problemas de índole social, especialmente relacionados con las clases sociales y prejuicios sobre la misma. La vida para él no tiene significado, pero no hablamos de la suya, sino la de los demás; es de ese tipos de personas que no le importa pisotear los deseos ajenos y mucho menos quitarle su respiración por conseguir lograr sus propios objetivos. Amigos, familia, conocidos —y con un poco de compasión, sus amantes—, tampoco significan mucho para él así que cualquiera puede ser víctima de sus intenciones.

Es un hombre claramente arbitrario, antes de aceptar cualquier tipo de oferta te evaluará los pro y contras de lo que podría venir a futuro. Meticuloso y cuidadoso, es un hombre de detalles y refinado en cuanto a modales de presencia y vestimenta se refiere; su única contra es su vocabulario prejuicioso y su forma de ser cínica, su humor negro que cae muchas veces pesado en vistas de humanistas. Aunque, de todas formas, todo esto lo presenta más dentro de un ámbito privado, ya que ante el público es poco conveniente por el peligro de su imagen e inversiones. Porque viene de una época donde la imagen pública era representada por un hombre, por todo un caballero; eso es, o por lo menos aparenta ser de cara a los espectadores que alegan un momento de su compañía. Su forma de proceder es tranquila y hasta algunas veces delicada en cuanto el ambiente le ofrezca oportunidad; con el tiempo de su lado y demostrando una firme posición, es capaz de entrelazar hábilmente sus ideas frente al comité de evaluación, con mucha confianza que le permite la aprobación de la sociedad y darle—cierta— inocencia en su ser.

Es un hombre con una labia excepcional, aunque en ámbitos más privados suele convertirse en un desgraciado que a pocos puede llegar a caerle muy bien. Cuida muy bien que esta imagen no sea expuesta, lo que lo hace una persona muy cerrada en cuanto a sus relaciones sociales reales. Si te habla de forma educada, está jugando contigo y posiblemente nunca te des cuenta de ello, ya que es muy extraño que te deje entrar dentro de su pequeño abismo de identidad y que conozcas sus intenciones, para tener un punto a la hora de comparar estas distintas facetas.

En el caso de que ésta sea descubierta, ¡Felicidades! Estás un paso más cerca del abismo, eres demasiado peligroso —él se vuelve peligroso—, al conocer más de la cuenta —más que sentirte halagado—deberías de tener cuidado pues sin consultarlo si quiera fuiste agregado a su lista negra de candidatos a un paso de la —destrucción.